Cada reto presenta una oportunidad y, aunque cada uno de nosotros desearía que la pandemia de COVID-19 nunca hubiera ocurrido, también obligó a todas las organizaciones -grandes y pequeñas- a permitir el trabajo a distancia, al menos durante un tiempo. El resultado positivo es que, si en el futuro vuelve a producirse una situación similar, sabremos qué hacer.
Durante ese tiempo fue esencial adoptar un enfoque totalmente pragmático. Por ello, las prioridades cambiaron y los presupuestos se desviaron de lo que estaba previsto a lo que se necesitaba de inmediato. Por si la pandemia no hubiera sido suficiente, desde entonces hemos tenido un periodo de agitación política e incertidumbre económica. Y aunque todos hemos vuelto al trabajo durante un buen tiempo, es ahora cuando empezamos a ver una vuelta a la estabilidad en términos de planificación de futuro. Y, por supuesto, el mundo laboral ha cambiado.
Aunque ahora muchos empleados pasan parte de su tiempo de trabajo en casa o a distancia, sigue siendo importante tener una buena conectividad en el lugar de trabajo. De hecho, es más importante que nunca hacer de la oficina un lugar atractivo en el que trabajar, y poder disfrutar de una experiencia WiFi realmente buena es una parte vital de ello.
La tecnología que la mayoría de las pymes tienen instalada hoy tendrá entre tres y cinco años y hace tiempo que ha sido sustituida por las últimas tecnologías. El equipo actual será probablemente WiFi 5 o un estándar anterior y esta tecnología apenas podrá hacer frente a las demandas de los usuarios actuales, que utilizarán videoconferencia/colaboración y accederán a aplicaciones/servicios en la nube, de forma rutinaria y diaria.
Para darles el rendimiento y la capacidad de respuesta que necesitarán y esperan, las empresas deben actualizarse a WiFi 6/6E o al último estándar WiFi 7. Los productos compatibles con este último ya están llegando. Los productos compatibles con esta última ya están llegando al mercado.
La decisión sobre qué tecnología adoptar deberá tomarla cada PYME y, como siempre, será un equilibrio entre lo que se necesita y lo que es asequible. Pero se trata de una actualización que, sin duda, es necesaria y que no pueden permitirse seguir posponiendo.
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